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Las quemaduras son la tercera causa de muerte por accidentes en niños, y la mayoría de ellas se producen en el hogar, en especial, en la cocina. Los pequeños son especialmente vulnerables a sufrir estas lesiones por desconocer los riesgos.
La piel, el mayor órgano del cuerpo humano, consta de dos capas: una superficial que se llama epidermis y una un poco más profunda que se llama dermis. Esta clasificación es importante porque permite diferenciar las quemaduras en distintos grados.
• Las quemaduras superficiales: solo afectan la epidermis.
• Las quemaduras de segundo grado o intermedias: se afecta por debajo la epidermis y parte superficial de la dermis.
•Las quemaduras más profundas, las de tercer grado o quemaduras B: son aquellas que comprometen la dermis y estructuras como los músculos o los huesos.
Causas de las quemaduras y cómo prevenirlas
Entre los elementos capaces de provocar estas heridas están los líquidos calientes, el fuego, elementos químicos o radiaciones. En el hogar, a menudo, los niños se cuelgan de las agarraderas de las cacerolas y se vuelcan encima líquidos calientes como tés, cafés, leches o sopa. También al acercarse al fuego o a estufas encendidas, sus ropas pueden encenderse, especialmente si están hechas de materiales inflamables como el nylon. Otras formas de quemaduras frecuentes son aquellas producidas por la electricidad, al tocar enchufes o llevar los cables a la boca.
Algunas de estas causas pueden ser completamente prevenidas en el hogar si se toman las precauciones adecuadas:
• Al cocinar, evitar que las asas de las sartenes y las ollas queden al alcance de los niños y utilizar las hornallas de la parte posterior de la cocina, ya que por curiosidad los chicos pueden tomarlas y producirse entonces una escaldadura (quemadura con líquido caliente).
• Evitar el contacto con fuegos artificiales y pirotecnia porque también son una fuente importante de quemaduras.
• Evitar que los niños jueguen con fósforos o encendedores.
• No tomar líquidos calientes o cocinar con los niños en brazos.
Cómo actuar frente a las quemaduras
Es importante saber qué debe hacerse frente a un niño que se encuentra quemado y, dependiendo de la causa de la lesión, existen diferentes medidas a tomar.
• En caso de una quemadura eléctrica, se debe retirar al chico de la fuente de electricidad luego de cortar la corriente de manera adecuada ya que, de no hacerlo, se estaría corriendo el riesgo de sumar accidentados.
• Para las quemaduras con fuego, es necesario tratar que el niño ruede en el piso para evitar que se siga quemando. Cubrir la superficie quemada con apósitos o sábanas que se encuentren limpias e idealmente estériles. No aplicar ungüentos, pomadas o talcos porque estos elementos aumentarían la posibilidad de una infección en la herida.
• En caso de quemaduras por elementos químicos, tratar de limpiar la zona con agua no muy fría porque, si la superficie quemada es muy grande, puede producirse una hipotermia (baja de temperatura); ver si la respiración y los latidos del niño son los adecuados.
• Para todos los casos, es fundamental llamar con urgencia al servicio de emergencias o, en caso de que el niño no se encuentre tan comprometido, llevarlo al centro de salud más cercano.
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