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Fuente: Diario Perfil
Historias emocionantes de mujeres que sobrevivieron al cáncer de mama
Giselle Rumeau insiste en que el cáncer es una enfermedad muy estigmatizante. “Uno no se enferma porque hizo las cosas mal en su vida o porque vivió equivocado. Tampoco uno se vuelve un monje zen”, explicó la periodista . Ella separó mucha gente de su alrededor, logró un cambio en su trabajo y ahora prioriza su vida privada. Trabaja en gráfica, radio y televisión. Asegura que después de la enfermedad cambió su relación con los hombres.
Ursula Hernández es asesora comercial en un banco. Pasados los 30 años descubrió una bolita en la mama, que fue diagnosticada como cáncer. Antes de empezar el tratamiento decidió congelar sus óvulos para tener la oportunidad de ser mamá. Enseguida empezó con la quimioterapia y esperaba recuperarse pronto para divertirse con sus amigas. Recomienda el apoyo de una psico-oncóloga para entender los cambios durante el tratamiento.
Lorena Meritano pasó por seis operaciones tras ser diagnosticada con Cáncer de Mama. “En ese momento para mí fue muy importante estar con un hombre que me miraba con deseo y me hacía el amor”, destacó la actriz de “Pasión de gavilanes”. Este año se separó y dice que fue terrible, porque esa semana tenían que quitarle la otra mama. Además, estaba sin trabajo. Reconoce que pensó en matarse, pero hoy superó la enfermedad y tiene ganas de trabajar y enamorarse.
“Enfermé para sanar” es el libro que escribió Marina Borensztein, la hija de Tato Bores y esposa de Oscar Martínez, tras ganarle al Cáncer de Mama. En noviembre publicará un nuevo libro, donde cuenta todo lo que aprendió. Ella intenta transmitir su manera de cuidarse, la dieta y las técnicas antiestrés. Quiere contar qué se puede hacer para salir adelante y cómo alcanzar el bienestar.
A los 40 años, Graciela Avalos no sólo tenía que enfrentar su propia enfermedad, sino también ocuparse de la salud de su familiares más cercanos que pasaban por un momento difícil. Empleada del Hospital Italiano, nunca dejó de asistir a su lugar de trabajo durante el tratamiento. Ahora encuentra en la pintura una actividad para sentirse bien.
Fabiana Araujo, conductora del ciclo “Donna Moda”, contó que nunca dejó de grabar un programa durante la enfermedad. Ella siempre tuvo hábitos saludables y una vida ordenada. Durante el tratamiento se aferró a la fe religiosa. “Nunca me enojé con la enfermedad. Entendí que era un proceso por el que tenía que pasar y le tenía que poner la mejor predisposición”, dijo la modelo.
Fuente: DIario Perfil
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