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En el Día Mundial de la Osteoporosis, médicos y nutricionistas brindaron consejos sobre los alimentos saludables para evitar la enfermedad y sus terribles consecuencias
La osteosporosis es una enfermedad progresiva que avanza producto del deterioro de los huesos.
Año tras año la medicina se perfecciona y por consiguiente, se prolonga la esperanza de vida. Por ello, es cada vez más necesario seguir una alimentación saludable, cuidar el cuerpo y mantener los huesos fuertes para poder disfrutar de una vida plena llena de vitalidad.
En el marco del Día Mundial de la Osteoporosis que se celebra hoy, profesionales del sector alertan sobre esta enfermedad y destacan el valor de una nutrición saludable para evitarla.
"La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y un deterioro de su arquitectura, que aumenta la fragilidad de los huesos e incrementa el riesgo de fracturas. Los huesos están sometidos a un remodelado continuo mediante procesos de formación y reabsorción, también sirven como reserva de calcio del organismo. A partir de los 35 años se inicia la pérdida de masa ósea y es necesario tomar las medidas adecuadas para prevenirlo", explicó a LA NACION la licenciada en Nutrición Viviana Corteggiano y presidente de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (Aadynd).
De acuerdo a los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Argentina una de cada cuatro mujeres mayores de 50 años presenta densitometría normal, dos tienen osteopenia y una osteoporosis.
A partir de los 35 años los huesos no se desarrollan más. Foto: Archivo
"Aunque ambas son condiciones que afectan los huesos del cuerpo humano, la osteopenia se refiere a una condición en la cual se presenta una densidad ósea menor que la normal, mientras que la osteoporosis implica que los huesos están internamente débiles, quebradizos y más propensos a fracturas debido al deterioro de las proteínas del hueso y la reducción en el número de proteínas", agregó Corteggiano.
Según estadísticas médicas, la osteoporosis es una enfermedad que afecta tres veces más a las mujeres que a los hombres, en especial después de la menopausia ya que la disminución de estrógenos altera el metabolismo del calcio en el organismo.
Siguiendo las proyecciones antes mencionadas, para el 2025 se estima que habrá 3,3 millones de mujeres mayores de 50 años con osteopenia, y 1,65 millones con osteoporosis; cifras que aumentarán a 5,24 y 2,62 millones respectivamente para el 2050.
¿Cómo puede prevenirse?
"Las guías alimentarias para la población argentina (GAPA) indican que se necesitan al menos tres porciones de lácteos por día para ayudar a los individuos a alcanzar las recomendaciones de calcio independientemente del grupo etario y situación biológica. Paradójicamente, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud(ENNYS 2007) realizada en niños menores de 5 años y mujeres en edad fértil, ha mostrado una ingesta deficitaria de calcio: entre el 95% y el 97% de la población en su conjunto no cubre los requerimientos diarios de calcio", afirmó la doctora Zulema Stolarza, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
Los pasos hasta llegar a la enfermedad de los huesos. Foto: Archivo
Según la especialista, el mejor método de prevención es mantener una alimentación balanceada que incluya alimentos ricos en calcio desde una muy temprana edad, realizar actividad física y seguir hábitos de vida sana. El yogur y otros productos lácteos, como la leche y el queso descremados, son la mejor fuente de calcio y además contienen micronutrientes tales como minerales, vitaminas (A, D, B2 y B12, Mg, Na, K, P y Cl) que contribuyen a múltiples y diferentes funciones vitales en el organismo.
Y agregó: "La leche, el yogur y el queso aportan proteínas de alto valor biológico que contienen todos los aminoácidos esenciales, más de 200mg de calcio por porción y también facilitan su absorción y aprovechamiento del mismo. Asimismo, las proteínas, la lactosa y la vitamina D constituyentes de la matriz láctea mejoran significativamente la biodisponibilidad de calcio".
De este modo, la marca busca generar conciencia y formar hábitos de alimentación saludables, basados en una dieta equilibrada que mejoren la calidad de vida de todas las personas.
Profesionales del Instituto de Diagnóstico e Investigaciones Metabólicas (IDIM) destacaron que hasta los 30 años aproximadamente, los huesos se encuentran en período de crecimiento, en donde se alcanza el pico de masa ósea, el momento de mayor osificación. Luego, hasta los 50 años, el hueso pasa al período de mantenimiento, y finalmente comienza una etapa de disminución.
La masa y fortaleza ósea conseguida al final del período de crecimiento constituye un factor crítico en cuanto al riesgo de fracturas osteoporóticas en la edad adulta. Es importante recordar que una fractura previa duplica el riesgo de cualquier fractura subsiguiente. Por eso, una de las cosas más importantes a tener en cuenta es la actividad física, para lograr fortaleza en los huesos y contribuir a la salud de los mismos.
La fisiología de la salud ósea comprende a una serie de factores interrelacionados: la genética, factores mecánicos (por ejemplo, actividad física), el estado hormonal y la nutrición, que cumple un rol muy importante. Existen dos nutrientes claves para la salud ósea: el calcio y la vitamina D.
El calcio es un nutriente indispensable para el organismo ya que el cuerpo no lo fabrica. El 99% del calcio está depositado en los huesos, por lo que diariamente se tiene que consumir este nutriente, ya que las personas nacen con 28 gr de calcio y en la edad adulta llegan a tener 1000 a 1300 gr. Para lograr esto es necesario que se consuma aproximadamente 800 mg de calcio por día. Si no se realiza el aporte necesario el organismo recurrirá al hueso para obtenerlo, descalcificando cada vez más al individuo.
Al igual que el calcio la actividad física también se considera indispensable para el desarrollo y la preservación de la salud de los huesos, ya que mediante el ejercicio y la actividad física al aire libre no solo incorporamos vitamina D, que ayuda a la fijación del calcio en los huesos sino que también a través del ejercicio se mejora la postura, se obtiene mejor equilibrio y mayor fuerza muscular lo que previene caídas y por lo tanto disminuye las posibilidades de las personas de lastimarse.
Principales beneficios del calcio
Es esencial para el crecimiento y el desarrollo de los huesos y los dientes.
Contribuye en mantener la fortaleza y la densidad de los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis y artritis.
Puede contribuir a controlar la presión arterial ya que estimula la irrigación sanguínea y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
Colabora en la prevención de calambres musculares.
Ayuda a regular altos niveles de magnesio, fósforo y potasio en la sangre.
Colabora en la distribución de nutrientes a todo el cuerpo.
Es necesario para la correcta absorción de vitamina B12 en el cuerpo.
Es un componente activo para la conversión del hierro.
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